domingo, 4 de febrero de 2018

Valdemorillo 04/02/2018: manso y frío



En el primer festejo de la feria taurina de Valdemorillo los espectadores han disfrutado de la protección que ofrece la cubierta de este coso, ya que fuera del coso caía mucho nieve. Pero ninguna cubierta les ha protegido de la novillada mansa de Montealto ni la frialdad de sus embestidas que apenas transmitieron nada al tendido. Menos mal que Toñete y Alejandro Gardel cortaron un apéndice cada uno, salvando la tarne con su disposición, entrega y ganas de sacar lo máximo máximo de sus oponentes. 

El primero de la novillada rematada y de variado pelaje fue un novillo que galopó con ganas al peto pero en general punteó en los engaños y embistió sin entrega. Logró coger al banderillero Augustin Serrano que cayó de mala manera al intentar colocar un par de banderillas. Toñete brindó el novillo antes de realizar una faena bien estructurada ante un novillo al que no podías dejarlo enganchar, y que además de puntear en el engaño salía con la cara alta. Media estocada puso fin a la obra que no llegó al tendido. 

Obtuvo su trofeo del jabonero sucio que salió en cuarto lugar al que recibió apropiadamente con el capote. Salió con entusiasmo a torearlo de muleta, pasándolo con disposición a torearlo por derechazos. Aprovechó la nobleza del novillo que le permitió torear a gusto pese a su poca transmisión. Por el pitón izquierdo la res acudía con más temple, permitiendo a Toñete pegar naturales despacitos. También se gustó en algunos remates y adornos, estando solvente con ambos ejemplares. Un pinchazo y una estocada pusieron fin a la obra. 

El otro trofeo cayó en manos de Alejandro Gardel supo aprovechar las pocas virtudes del quinto, un novillo sardo al que recibió bien de capa.  Llevó la res al tercio donde aprovechó la suavidad del burel para mostrar su personalidad en algunos muletazos. Debido a la poca raza del animal la transmisión duro muy poco, pero las buenas maneras de Gardel se exhibieron hasta el final, cuando ejecutó una buena estocada que dejó en sus manos el apéndice. Ante el segundo de la tarde, un novillo reservón al que le costaba romper adelante, Gardel plantó la faena en los medios donde insistió por la mano izquierda sin ningún resultado espectacular. Escuchó un aviso por tardar bastante con el estoque de descabello. 

Ángel Téllez estuvo muy dispuesto y con ganas ante el lote más deslucida de la tarde. Se pusó a torear por gaoneras al tercero que resultó muy manso y muy descastado en el último tercio. Finalmente se encontró ante el sexto, un novillo manso y con genio que siempre estaba pendiente de las gradas y solo acometía hacia el cuerpo del torero.  


Al finalizar el paseíllo tuvo lugar un minuto de silencio para recordar a Domingo Hernández. 



Toñete 

Alejandro Gardel. 


Ángel Téllez. 

Imágenes de Castilla la Mancha Media. 

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