El Cuadernillo Taurino : Munera 24/09/2017

No se ha concedido ni un solo trofeo en la corrida de Munera, no obstante, la terna ha dado muchos argumentos y se han visto actuaciones que hubieron sido premiadas con más que un trofeo si no fuera por el mal uso del acero. A lo mejor nos explica algo sobre el estado actual del toreo, ya que la terna de toreros jóvenes ha estado solvente, creativo y seguro en la faena de muleta pero luego no han podido exhibir estas virtudes en la suerte suprema. No cabe duda de que el público ha visto la personalidad, la grandeza y el oficio de José María Arenas, Fortes y Jesus Duque en, al menos, una de sus faenas, pero el mal uso del acero les han dejado sin premio para confirmarlo.

En cuanto al ganado, el hierro anunciado fue Alcurracén, pero salieron a la plaza de toros de Munera ejemplares de cuatro ganaderías diferentes. Fueron seis animales distintos de juego y presentación, aunque sí es verdad que todos fueron aceptables en cuanto a sus hechuras, pero de escasa raza y poder -salvo el cuarto de Alcurracén. Hubo animales de El Quintanar, La ganadería titular de Alcurracén, Apolinar Sorriano y un ejemplar de Manuela Patón -que salió para sustituir al quinto de la tarde. Y lo que sí hubo, pese a la desigualdad de las reses, fue una oportunidad de lucirse para los tres toreros, los cuales fueron aprovechados con las telas.

Abrió la tarde José Manuel Arenas que mostró ganas y voluntad ante sus dos enemigos. Toreó bien a la verónica al primero, llevándolo hasta los medios donde se volteó tras clavar un piton en el albero. Colocó los palos -destacando un buen par al violín- y brindó la faena de muleta. Fue una actuación de poso y madurez ante un toro de escasa pujanza y raza que también tenía una querencia a tablas. Lo mejor llegó cuando sacó el toro a los medios y exprimió una buena serie por la mano derecha y otra al natural que llegaron a los tendidos.

El cuarto toro de la tarde fue un bonito ejemplar de Alcurracén que fue bien recibido a la verónica por Arenas. Luego llevó la res al peto de forma brillante y se lució en un quite por delantales. No pudo banderillas pero si brindó la faena a su madre y su novia antes de comenzarla por bajo, fue entonces cuando el toro aparentó su verdadera calidad. Comenzó pasando el toro por la diestra, acudió con prontitud y ganas desde lejos, embistiendo con humillación y entrega. Ligó tandas por este pitón hasta que cambió al pitón izquierdo para torear al natural sin ayuda en la mano. El toro comenzó a escarbar, aunque siguió siendo buenísimo. La final llegó por la derecha de nuevo y con toreo por bajo a dos manos. Una pena que no mató bien y escuchó dos avisos, perdiendo así el trofeo.

Fortes volvió a estar bien después de su buena actuación ayer, haciendo lo mejor con el segundo de la tarde. Brindó el toro al respetable y comenzó por la diestra, por donde descubrió las virtudes del toro en derechazos largos y templados que ejecutó en series ligadas. También hubo buenos momentos al natural hasta que el toro se quedó en tablas. Finalizó la faena de forma muy torera pero, como fue habitual a lo largo del festejo, no pudo rematar con una buena estocada. El quinto fue devuelto por blando y sustituido por un toro de Manuela Patón. Fortes estuvo muy firme ante la cara del toro muy parado pero no pudo lucirse.

También hemos vuelto a ver lo interesante que es Jesus Duque, el joven diestro de Requena. Estuvo suelto y relajado en el toreo a la verónica con el tercero, rematando bien con la media. Brindó al público una buena faena en la que el torero puso toda la entrega que faltaba el toro, pasándolo por la derecha con quietud y firmeza. Fue un toro que repitió pero sus embestidas faltaron clase y calidad. Por el pitón izquierdo acusó aún más su falta de entrega, saliendo con la cara alta y desentendida del engaño, por lo que la faena siguió por la derecha. El sexto fue un animal muy parado al que Duque realizó una faena de disposición y entrega, sacando los pases de uno en uno, guardado su terreno y mostrando el pecho. Mató en el segundo intento.