lunes, 17 de julio de 2017

Destaca Alberto Aguilar en Céret.


Alberto Aguilar ha destacado en el mano a mano con Fernando Robleño en la plaza de toros de Céret (Francia). Se lidió una seria corrida de la ganadería de José Escolar con algunos ejemplares potables, pero difíciles en líneas generales. Robleño también estuvo muy bien toda la tarde pero las cosas no se rodaron y se fue de vacío ante un afición que ha llegado a quererle y respetarle más que cualquier otro diestro. La plaza se llenó como lo hizo en los otros tres festejos y los aficionados, tanto catalanes como franceses, disfrutaron con una corrida importante del encaste Albaserrada que dejó momentos emocionantes e interesantes. Como siempre, la pequeña localidad Gala exigió la correcta ejecución de los tres tercios y la prueba del toro en el primer tercio de la lidia, garantizando un espectáculo integro y completo. 

Después de encontrarse con el ejemplar lidiado en segundo lugar, un toro que desarrolló sentido y no permitió ni un solo muletazo, Alberto Aguilar cortó la primera oreja al cuarto. Brindó el toro a los espectadores antes de realizar una faena de mucha importancia. Inició su trasteo doblándose con el toro. La res embistió sin clase pero con ritmo y Aguilar supo llevarlo toreado con derechazos largos en las que iba sacando las buenas cualidades de su oponente. Poco a poco el toro de Escolar acometió con más humillación en los vuelos hasta que Alberto pudo torearlo bien por ambos pitones en una faena de buen ritmo y muletazos de gran calidad. La estocada sirvió para dejar en sus manos el primer trofeo de la corrida. 

Otro apéndice cortó al sexto. Fue un ejemplar de menos clase en la muleta pero que dio buen espectáculo en los tres tercios de la lidia: acudió de lejos y empujó en varas para entonces ser sometido a un buen tercio de banderillas. Alberto Aguilar tuvo que estar dispuesto y firme para poder dominar a su adversario con la muleta. Comenzó pasándolo por la diestra con seguridad y poderío, sometiendo las fieras acometidas del toro en derechazos largos y firmes con la figura erguida y la pata pa'alante. Insistió con el toro hasta que pudo torearlo con suavidad y firmeza por ambos pitones mientras que el animal perseguía el engaño con calidad. Fue una faena de mucha calidad en la que consiguió buenos muletazos por ambos lados, incluso disfrutándose en bellos remates como pases del desdén. El segundo apéndice le permitió el lujo de salir a hombros en esta plaza tan exigente como pequeña. El toro, de nombre 'Sevillano', fue premiado con una vuelta al ruedo. 

Fernando Robleño es un torero muy querido por los aficionados de Céret y, pese a que no triunfó, si estuvo muy bien toda la tarde. El primero de José Escolar humilló en el primer tercio y fue recibido con templanza en el capote de Robleño. Brindó al cielo y se puso a torear con temple y ritmo por la diestra. El toro respondió con nobleza por este pitón, por lo que Robleño no dudó en aprovechar la calidad de sus embestidas, dando el medio pecho y llevandolo cosido en la tela roja. Fueron muletazos de empaque y toreria que sirvieron a Robleño para exhibir su dominio y seguridad ante el toro. Pinchó antes de colocar una media estocada al toro que sirvió para rematar la obra. 

Ante los otros dos ejemplares estuvo voluntarioso y puso a disposición su conocimiento de cómo estar delante de este tipo de toro. Remató con una hermosa media los lances de capote al tercero, un toro que embestía sin humillar. Robleño tuvo que llevarlo a media altura con el máximo dominio y seguridad. Cogió el descabello para finalizar la faena. El quinto humilló en el primer tercio, prometiendo cosas buenas, sin embargo, se estropeó en un tercio de banderillas excesivamente largo, volviendo peligroso y deslucido. El de José Escolar fue despachado con poco lucimiento pero bien y con oficio. 




Imágenes de Taurocast. 

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