El segundo festejo de la feria de Olivenza fue un cartel muy interesante con una terna de mucho interés que fue ovacionada con fuerza por el público después del paseíllo. En el cartel estaban anunciados Ginés Marín, el novillero triunfador de 2015, Juanito que debutaba con caballos y Alfonso Cadaval, el hijo del Moranco que actuaba también por primera vez en una novillada con picadores. Los tres noveles estaban muy por encima de los novillos de la ganadería de Alejandro Talavante y dejaron buen sabor de boca a los espectadores que llenaron el coso destacando ante todo la gran actuación de Ginés Marín que salió a hombros.
La novillada bien presentada de Alejandro Talavante no dio mucho juego y fue muy desigual. El primero, de Ginés Marín fue el mejor de la tarde, o por lo menos permitió al novillero de Extremadura torear a gusto en una gran actuación. Recibió a la res toreando de forma muy lucida a la verónica con las dos rodillas en tierra y remato con una larga cambiada de rodillas y una revolera que entusiasmo mucho al público. Tras una soberbia actuación por parte de la cuadrilla en el segundo tercio Ginés realizo una gran faena de temple y quietud ante el ejemplar noble que obedeció los cites pero que falto raza como el resto de sus hermanos. Tras varias tandas de mucho oficio se puso Ginés entre los pitones y termino la faena con manoletinas. Fue premiado con una oreja de mucho mérito.
El novillero Juanito tenía ganas de lucirse en su debut y pese a que no le ayudo nada su lote dejó en la plata de Olivenza su habilidad para sacar lo mejor de las circunstancias, incluso cuando va todo en contra. Empezó con una larga cambiada de rodillas y su toreo de capote fue de mérito, luego en el tercio de varas ejecutó un quite por gaoneras de mucha quietud y seguridad. Esa quietud la mantuvo en el último tercio en la que pudo sacar algunos pases con la figura erguida pero el toro se acercó a las tablas y faltó raza derrotando en la tela y arrancando sin celo. Pincho antes de meter una estocada entera.
El tercero de la tarde tampoco permitió el lucimiento de Alfonso Cadaval, otro debutante. Hasta ahora ha llevado el apodo “El Hijo Del Moranco” por la fama de su padre que ha tenido una carrera de éxito en la televisión. El novillero ha afirmado que pese a tener mucho orgullo de su origen quiere estar anunciado con su propio nombre y ser reconocido por su propio estilo e identidad. Aunque su oponentes no dieron mucho juego dejó pellizcos de arte con el capote en sus medias verónicas belmontinas. Le cuesta mucho acoplarse a las embestidas descastadas del novillo pero en la segunda parte de su actuación pega medios muletazos de buen temple que son muy del gusto del público. Falla con los aceros y escucha un aviso.
El segundo novillo de Ginés Marín fue recibido con mucho gusto en el capote y parecía tener fuerza hasta que salió del peto y empezaron a doblar las patas delanteras. Comenzó la faena toreando en redondo de rodillas de forma muy entregada. Realizo una faena de clase y oficio toreando en redondo intentando siempre no obligar al novillo de hermoso pelaje melocotón que doblaba las patas siempre que se intentaba embestir con entrega y la cara humillada. Los muletazos a media altura que cuidaron bien al toro hicieron que la faena durase más de lo esperado. La culminación de la faena y de la gran tarde del torero extremeño fue una estocada eficaz y el premio de las dos orejas pedidas por fuerza por el público entregado que le permitieron salir a hombros.
Juanito recibió al cuarto con una hermosa tijerilla con el capote y volvió a entregarse con el capote. Si el primero fue malo el segundo de su lote fue horroroso. Lo recibió en los medios con muletazos por alto quedándose muy quieto, pero el ejemplar manso se fue y pegó el costillar a la barrera. A partir de este movimiento no admitió ningún muletazo y se negó completamente a moverse de este sitio obligando al novillero a entrar a matar en este terreno tan comprometido, algo que hizo con entrega y oficio matando al toro con mucha habilidad considerando que fue su debut. El público reconoció su esfuerzo con aplausos y algunos partidarios muy fieles que le pidieron la oreja pese a que no había realizado una faena.
Alfonso Cadaval toreó muy bien al sexto con el capote en un primer tercio en la que demostró su estilo y clase pero también su falta de oficio y experiencia. Con la muleta torea con temple y buen trazo en derechazos muy profundos. Intenta torear al natural pero resulta volteado por el novillo en la primera tanda para volver entonces a la mano derecha por donde parece estar más seguro. La faena es corta pero muy intensa y conecta mucho con los espectadores. Tras una estocada tendida mata el novillo con el descabello y recibe un apéndice para terminar la tarde de forma muy satisfactoria.
Imágenes; Extremadura TV
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